-19 de mayo de 2005-
Lo siento por gritarte,
Lo siento por calumniarte,
Lo siento por odiarte.
Lo siento por hacerte sentir insignificante,
Lo siento por empequeñecer tu mundo,
Lo siento por empobrecer tu alma.
Lo siento por sentirme atrapado,
Lo siento por no poder liberarme,
Lo siento por amarte.
Nota: Este poema lo escribí el año pasado; aún no había descubierto (de manera firme)mi faceta dominante en el BDSM, aunque ya se notan algunos detalles entre las líneas.
El poema muestra el arrepentimiento que generaba en mí el hecho de humillar y desvalorar a alguien que aún llevo (y llevaré) en mi memoria.
El Diario de la Mesilla de Noche de Roman sigue sin ver la luz. Creo que será mejor así...
lunes, 11 de diciembre de 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
No tienes nada que sentir: este tipo de relaciones es sólo un ejemplo más del equilibrio perfecto que existe en todos los ámbitos del mundo. Alguien es dominante porque otro está dispuesto a cederle su poder en mayor o menor medida. Tan plena es la actitud del Amo como la del esclavo... así que no hay nada que sentir, sino mucho que disfrutar.
Publicar un comentario