martes, 26 de diciembre de 2006

Ser un buen Lord...

He decidido comenzar una serie de escritos en los que expondré mis pensamientos relacionados con la dominación, basándome en un objetivo claro: cómo ser un buen amo.
Comenzaré explicando los motivos por los cuales decidí meterme en este mundo:
Desde siempre, he sentido la innegable necesidad de dominar a la gente que me rodea; una dominación no-concensuada. Me gustaba la idea de manipular a la gente con el fin de obtener mis propios beneficios. Egoísmo y Manipulación.
Evidentemente, todo este entramado ególatra me ocasionó graves problemas, conmigo mismo y con los demás. Fueron arduos años de lucha con mi propia naturaleza, una naturaleza que no conocí verdaderamente hasta hace un año.
La elaboración de un trabajo para una asignatura sobre la disciplina me abrió un nuevo mundo donde había un lugar que podía ocupar. El lugar de la Dominación.
Leí, reflexioné, busqué y encontré...
Apareció ante mí el OWK, Domina Zara, Lady Monique; conocí a Foucault, a Apollinaire, releí a mi amado Sade, a su opuesto Masoch. Me enamoré de Lady Heather.
Comenzó entonces una lucha a contra reloj por descifrar el sentido de mi naturaleza dominante... Ahora tengo tres primeras reglas:
Primera: El sumiso es quién realmente gobierna la sesión.
Segunda: Mientras no pronuncie la Safe-Word, hazlo tuyo.
Tercera: Dómalo con el amor y el respeto que has visto en Historia de "O".
Para unos serán unas reglas estúpidas, básicas, para otros un buen principio.
Para mí son, de momento, la Realidad BDSM.

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