A falta de originalidad y de nuevas ideas, cuelgo la entrevista que mi madrina M me hizo en Rincon Efe. Transcribo íntegramente.
jueves, enero 25, 2007
Hoy tengo el placer de presentar la entrevista de mi ahijado BDSM, algunas personas dirán que qué carajo es éso de ahijado BDSM, bien, Lord es una persona que llegó hace poco al BDSM lo que no significa que no sepa; en ocasiones, me sorprende la lucidez que desprende al hablar de algunos temas, simplemente, se dedicó a buscar gente que practicase BDSM para entender algunas cosas (aunque desde aquí te diré querido ahijado, ahora que no nos escucha nadie, que cuando yo sepa qué es realmente BDSM, tal vez te pueda enseñar algo, mientras tanto, mejor será que cada uno aprenda del otro) , bueno, simplemente, un día me llegó a mi correo su presentación y su planteamiento, le contesté y por aquí andamos, a veces coincidiendo más por msn, a veces menos pero nos queremos de todas maneras, ¿verdad, pequeñín?
Está creando un blog bastante reciente que os invito a conocer ya que aporta visiones muy interesantes de lo que es el BDSM y, especialmente, sobre la dominación femenina:
http://elcaminodesade.blogspot.com/
Después de este apunte, entramos de lleno con la entrevista.
1-¿Cómo es la persona que se esconde detrás del nick de Lord Mayfair?
Tras Lord Mayfair se esconde un joven extremadamente sensible y algo excéntrico que es capaz de ser la peor persona para unos y la mejor para otros. Lord Mayfair es un joven ilustrado, arrogante e histriónico.
2-¿Lo que más te agrada de la vida?
Me agrada caminar por la orilla del mar, escuchando a Sade (la cantante). Me agrada despertarme durante la noche porque la luz de la luna entra por mi ventana llamándome dulcemente. Me agrada llorar mientras veo Big Fish (una de mis películas favoritas). Me agrada oler a las personas que quiero. Me agrada sentir y hacer sentir. Me agrada, sobremanera, el arte (todos y cada uno de ellos, encontrando en la literatura, el cine y la pintura, fuentes de increíble placer estético).
3-¿Y lo que no soportas?
Detesto las matemáticas, las personas engreídas, las arañas, la lluvia cuando me moja, el viento, las indiscreciones, las malas intenciones… No soporto, muy especialmente, que jueguen conmigo…
4-¿Qué es para ti vivir?
Vivir es un juego, específicamente, el ajedrez. Es un juego de estrategia en el que sobrevive el más fuerte, el más adaptado. Vivir es una deliciosa crueldad. Vivir es sufrir y/o aprender. Es acumular experiencias, es conocer, es gritarle a Dios “no te necesito”… La Vida lo es todo, y no es nada.
5-¿Nos dices algun@s de tus virtudes y defectos?
Bueno, en realidad, tengo la increíble facilidad de convertir las propias virtudes en inmensos defectos; pero también soy capaz de hacer que los defectos se tornen virtudes.
Pero algun@s de ell@s son:
Virtudes: Inteligente, imaginativo, bondadoso (con quién se lo merece) y simpático.
Defectos: Impulsivo, inquisitivo, rencoroso, en ocasiones vengativo…
Y una frase que muchos reconocerán “brutalmente honesto”. Aunque mi peor defecto es mi excesiva sensibilidad.
6-Eres una persona realmente joven, ¿cómo llegaste a esta práctica?
Cuando estaba en el instituto tuve que hacer una exposición sobre el sadomasoquismo; evidentemente, la traté como si de una patología se tratara. Luego, en el tercer año de Universidad, opté por adentrarme en la disciplina porque Sade (el escritor) había hecho mella en mi interior, y finalmente elaboré una monografía sobre la mujer-dominatriz. Al cabo de un tiempo, comprendí que no era cuestión de azar: mi propia psique necesitaba liberarse y escogió ese tema. Había tenido muchos problemas en la infancia por culpa (ahora lo sé) de una sexualidad desconocida y reprimida; de una necesidad por “imponer respetuosamente mi doctrina”. De esta manera, la dominación llegó a mí como una luz de esperanza en el desarrollo de mi personalidad. Contacté con muchas personas, muchísimas. Pero solamente encontré arrogancia y desprecio por mi juventud. ¿Es que debía tener una edad determinada para dedicarme al BDSM? Gracias a un par de personas (ejem, ejem…) estoy madurando dentro y fuera de la disciplina.
7-Habiendo vivido tanto la dominación como la sumisión, ¿nos puedes decir por qué te quedaste con la dominación?
Cuando comencé a investigar el BDSM leí que todo buen amo antes fue sumiso. Y decidido a hacer las cosas lo mejor posible, me hice esclavo… Duré dos minutos. Me aburría, no me salía de dentro el adorar a alguien… No disfrutaba. Desde el principio sabía que lo mío era la dominación, pero para no tirarme el pedo más grande que el culo (aludiendo a una profesora que siempre nos decía eso) probé la sumisión. Dominar es, para mí, abrirme al esclavo y darle mis enseñanzas (que aunque son pocas, son vitales). Es darle mi placer como regalo divino de un pobre mortal. Es envolverlo en mi mente y hacerlo estremecer. Dominar es entregarte al sumiso.
8-¿Nos puedes indicar tu tendencia sexual?
Ufff, últimamente he terminado por definir mi sexualidad como “dominante”. Me gusta que me obedezcan. Antes de entrar en la disciplina, ya era una persona dominante. Digamos que soy un bisexual dominante en el mundo vainilla, y un amo homosexual en la disciplina. Cosa curiosa es que soy incapaz de dominar a una mujer, ¿prejuicio? Quizás… Creo que estoy aún confundido en algunos términos, es decir, si me viera dominando a una mujer pensaría que soy un maltratador… ¡Todo es culpa de la sociedad! ¿Has visto que fácil es echarle la culpa a otros?
9-Llevas poco tiempo metido en este mundo y, sin embargo, tu implicación es mucho mayor que la de otra gente, ¿no tienes miedo a que te encasillen?
Me da igual lo que otras personas opinen. Soy una persona que siente placer conociendo y descubriendo cosas, investigando, preguntando, hablando y comparando. Soy activo e inquieto, además me gusta comunicar mis descubrimientos… Aunque algunas cosas me las guardo, por supuesto.
10-Con las cosas que has leído y ahora, especialmente, con lo que has vivido, ¿qué crees que significa BDSM?
Para mí significa “empatía”. Es decir, empatía entre el amo y el esclavo, entre éste y aquel. Es un intercambio de poder consentido y sensato. Se trata de una unión que tiene por meta crecer, elevarse a un estado mayor de “perfección humana”. El BDSM nos hace mejores personas. A nivel personal, el BDSM ha supuesto para mí el desarrollo de una facultad que no poseía: la empatía. BDSM es una nueva actitud ante mí mismo y mis semejantes, menos estricta, menos perversa… Curioso, ¿verdad?
11-Como teórico, ¿qué piensas acerca de las páginas sobre este tema que tú lees? ¿Te aportan algo?
Me aportan lo que yo desconozco. Pero para mí es necesario un nivel más profundo. Necesito comprender demasiado algo para llevarlo a cabo. El deseo comienza en mi mente y termina en mi cuerpo, es decir, necesito el estímulo mental para llegar a la excitación corporal… Eso no lo comentan en las webs. Es, quizás, culpa de los estudios que realizo; me pregunto muchas cosas y no encuentro respuestas en el exterior. De ahí sigue la máxima que el “amo ha dejado de buscar en el exterior para encontrar en su interior”.
12-¿Qué le pides a tus sumisos?
Confianza y paciencia… Pero por encima de todo, amor…
13-¿Crees que hay tanto dominantes como sumisos que sólo ven el BDSM como una manera morbosa de llevar a cabo ciertas fantasías?
Sí. En cierta medida soy de ese tipo de dominantes, pero sé lo que la disciplina me ofrece y lo acepto. Al principio tenía en mente al esclavo como un medio para lograr la realización de mis fantasías, ahora sé la responsabilidad que conlleva el “tener” a alguien. Es un reto, un reto que me inspira a superarme como individuo.
14-¿Le darías algún consejo a la gente que empieza?
Yo no estoy como para dar consejos a nadie, soy demasiado joven (en la vida y en la disciplina), pero puedo recurrir a Platón para tal empresa: “Conócete a ti mism@”.
Sólo me queda darte las gracias por mostrarnos cómo eres y lo que sientes. Te deseo la mejor de las suertes y que encuentres lo que buscas, un beso.
Compli.
La reportera más dicharachera del ciberespacio.
viernes, 23 de marzo de 2007
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3 comentarios:
Leo tus respuestas. En la mano hay una fruta. Los dientes se hunden hasta su corazón. El jugo es intenso y dulce, la piel ligeramente amarga. Vuelvo a tus palabras. Joven, tú. Tan joven, muerdo tu centro.
¿Hasta cuando piensa usted alargar esta intensa correspondencia? ¿Hasta qué limite pretende usted llevarme? ¿Desea acaso comerme como a esa fruta? ¿O insinua que ya lo ha hecho?
¿Hasta cuando piensa usted alargar esta intensa correspondencia? ¿Hasta qué limite pretende usted llevarme? ¿Desea acaso comerme como a esa fruta? ¿O insinua que ya lo ha hecho?
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