jueves, 5 de abril de 2007

El Concepto Sin Sentido


Se dice que nombramos para captar la cosa, dominarla. Nombrando la realidad, es decir, conceptualizándola, nos apropiamos de ella. Así surgen las palabras, para captar la realidad en un vocablo y transmitirla.
Bien, pero hay un concepto bastante peculiar (por usar un adjetivo...); un concepto que ha traído de cabeza a toda la Historia de la Filosofía, del que se conocen demasiadas acepciones y matizaciones.
Hablo de la Nada.
Nada: ausencia de ser.
Claro, me saldrán con la carabola, ¿y qué es el ser? Pues yo diría, lo que no es nada. Parece que ser que la nada es sencillamente el vacío. Vacío como no no-presencia, entonces el ser es la presencia.
Bien, vale, acabo de caer en el error de toda la historia del concepto del ser en la filosofía pero ¿y si es realmente esa la respuesta? Los físicos tienen la certeza de que no existe la nada. No hay un solo lugar del espacio en el que no haya materia y/o campos (no puedo describir más nociones de física, soy de letras).
En matemáticas es simplemente, el cero. No se comen mucho la cabeza.
Intentad pensar en la nada... Concentráos e indentad libraros de vuestra piel, de vuestras venas, de vuestra sangre, de vuestra conciencia... La única manera de pensar la nada sería no pensando, y no puedes dejar de pensar.
La cuestión es: si nombramos para captar la realidad, y la nada no existe ni es nada, ¿por qué existe ese vocablo? Por cuestiones de pragmatismo seguro que no fue.
¿Mi opinión? Todo el debate de la nada no tiene sentido, porque la NADA no es NADA.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante reflexion (gallina-huevo) en la que toda definición “se carga” de entrada lo que entendemos /no entendemos por “nada” es decir, juego de palabras que tira piedras sobre su propio tejado, ya que siempre que decimos algo acerca de la nada le atribuimos un “es” y ya le estamos dando los atributos que se le deben negar, incluso al definirlo como “no ser”. O sea, estoy de acuerdo con tu conclusión.
Pero desde un punto de vista más físico que nihilista... el efecto y la fuerza Casimir.
Te dejo un beso, Lord

Anónimo dijo...

O lo es todo mi Lord... ese instante justo antes de la creación, antes del pensamiento, antes de la emoción... ;-)

Besossss ;-)

Anónimo dijo...

Porque tocar tu espalda es fácil sin que te des cuenta de que siempre nos hemos visto uno frente al otro. Pero no nos conocemos.


He tardado en encontrar tu blog, besos y gloria Lord.

Lord Mayfair dijo...

Lady Nin, el tema del ser es un problema de gran magnitud al que aún no me siento capaz de afrontar... jeje, un beso.

Mi dulce Dama, lo que antes de cada instante, de cada pensamiento, de cada emoción, es el deseo en su más amplio sentido.

Estimado Paul Eluard:
Tocar mi espalda sin que me de cuenta, ¿en qué posición me deja? En la de un ignorante sumido en las maravillas que tus palabras crean a mi alrededor.
¿Besos y gloria? Date a conocer y dámelos personalmente.

Anónimo dijo...

¿qué busco con todo esto, te preguntarás no? ¿en qué posición te deja?¿vernos? Quiero tus dominios, entrégame las llaves de tu blog. Quiero que tu posicion sea la de un sumiso obediente, culto y generoso. No podremos vernos, no te lo permito. Eres dulce y joven, audaz e ingenuo, imprudente y valeroso. Mi Lord, te echo tanto de menos...No soy yo quien te habla, es la moneda que han puesto en mi mano.

Anónimo dijo...

Tras varios días sin recibir respuesta de Lord Mayfair, quisiera decirles algo a ustedes visitantes. Si el Lord no responde en las próximas 24 horas pasaré a autoproclamarme Señor de estos dominios. Mi paciencia se ha agotado y considero que he sido agraviado por quien tanto respeto y admiración mostré. No es sencillo escribir esto. Lo he meditado y creo ser justo en mi decisión. Él nos exige elegancia al escribir, además de belleza, cortecía e inteligencia. Nos da motivos para odiarlo, y se deduce que son los mismos por los que lo hemos de amar. Pero sin embargo no muestra -y he aquí el insulto hacia todos nosotros- su lado más eléctrico. Nos llena de artículos que si bien son un bonito intento, por otra parte no son más que eso. No hay garra, al menos no la que su egolatría promete y deja a entrever. Creo que son estos argumentos suficientes para arrojarlo fuera de nuestras tierras, estas de las que nosotras logramos extraer fruto del terrón más seco. Por aquellas razones, pido que se considere lo que más arriba he dado a ustedes como oferta y a Lord Mayfair como un ultimatum.

Les abraza fervientemente:

PAUL ÉLUARD.