martes, 18 de diciembre de 2007

Una Nueva Identidad


Una reciente conversación me puso al descubierto algo que aún no tenía claramente matizado en mi cabeza. Hablo de las intenciones que tengo con un sumiso, lo que le intento inculcar, esa supuesta disciplina que tanto profeso.
Ya me había dado cuenta de una importante diferencia entre los dominantes que he encontrado en mis tres años y pico de andadura en estos derroteros: básicamente la cortesía. Ellos gritan, insultan ("perro, ven aquí"), degradan verbalmente... Es una práctica, muy extendida, pero una práctica que no comparto.
Mis sumisos tienen un nombre nuevo cargado de significado, pleno de moralidad y filosofía. Su aprendizaje consiste en imitar ese personaje, sus virtudes, sus defectos... Ser la persona que yo le diga, y aprender de esa experiencia.
Quiero un sumiso con el poder más grande que pueda existir: la curiosidad. Curiosidad por saber qué se siente realmente al ser otra persona... Curiosidad por ser uno de los actores en mi perversa obra maestra que es mi vida.
Mi fetichismo por la Grecia Clásica es brutal, primaria y divina. Héroes trágicos, hechiceras, dioses, semidioses, titanes, mortales en perpetuo castigo... Todo ello lleno de mística racional y moralista...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa degradación se llama humillación, y la humillación sin sentido es eso, un sin-sentido... al igual que los castigos, tienen que tener un origen, tanto en el fuero interno del amo (es decir, narcisista, está disgustado por algo que comenta al esclavo y necesita sacar la furia), ó correctivo (por una falta del esclavo en su adiestramiento).

Pero el castigo por el castigo, sin motivo u origen, pierde su significado, pasá a convertirse en una especie de locura que desconcierta al esclavo.

Anónimo dijo...

(continuaci�n)

ya no sabe a que atenerse el esclavo, el adiestramiento pierde toda direcci�n, y simplemente es maltrato compulsivo, sin gu�a ni orden.

Los dominantes que he encontrado suelen tender en esa direcci�n. Me ha gustado mucho su comentario, Lord. Normalmente los falsos amos parece que necesitan a alguien a quien adiestrar, pero luego, buscan m�s el sexo y se escudan en el sm para obtenerlo. Realmente no saben lo que hacen, o simplemente piensan que el sm es decir palabrotas y penetrar a saco.

No generan una historia, un relato digno que contar, que preservar, se pierden toda la dimensi�n art�stistica y est�tica del asunto.

La parte de roll playing, pienso, que juega un papel central, por supuesto siempre consensuada, y por supuesto, el m�s dominante, es decir, con impulsos de agresi�n en ocasiones, llega a un pacto con el esclavo, que necesita poseer al amo a trav�s de recoger en su cuerpo su furia. Este hecho provoca una dependencia del amo con respecto al esclavo, ya que socialmente tendr� muy dif�cil encontrar a alguien que quiera aceptar esa parte de �l. As� el esclavo llega a transformar su mente sintiendo el placer a trav�s del dolor y la humillaci�n, el placer de sentir poseer a su poseedor.

Lord Mayfair dijo...

Tu texto es una mezcla de ética de la alteridad y metafísica sadomasoquista... me gusta, te felicito.

Anónimo dijo...

Me encanta pasearme por aqui Lord, escribis cosas enormemente interesantes y profundas, os deteneís en examinar minuciosamente la estética, el erotismo, la filosofía y el sentido en definitiva tan complejo de este mundillo tan marginado e incomprendido, pero que viaja escondido en cada uno de nosotros en mayor o menor medida.

En lo referente a la curiosidad creo que daís en el clavo.

Aportaís mucho con vuestros artículos, que "gustazo" leeros: ¡Enhorabuena!, y ya que estamos, ¡Feliz navidad! y pródigo año nuevo sobre todo en experiencias y descubrimientos.

ivansergi5@hotmail.com